El gerente de McDonald’s planea usar el modelo de subfranquicias para crecer en el país, donde ya tiene 80 restaurantes y emplea a 3.500 personas. Así dirige a esta cadena. Sencillez, una cualidad que los estereotipos latinoamericanos no atribuyen a los argentinos, es quizás una de las principales características de Francisco Staton, gerente para la región Caribe de Arcos Dorados, la mayor franquicia de McDonald’s en el mundo y quien tiene bajo su supervisión la operación en 11 países.

Pese a que se formó en Estados Unidos –es egresado de la Universidad de Columbia en Nueva York, donde realizó un Máster en Business Administration–, que vivió varios años en México y cuyo padre nacido en Colombia, habla con un marcado acento porteño.

Staton lleva casi año y medio al frente de esta regional de McDonald’s desde sus oficinas en Usaquén. Su labor, más que evangelizar sobre una marca que todo el mundo conoce, consiste en mostrar en realidad qué hace McDonald’s y cómo cocina sus famosas hamburguesas.

“Tenemos un programa que se llama puertas abiertas por el cual han pasado un millón de personas en Latinoamérica, y en Colombia ya van 615.000. Los invitamos para que vengan a conocernos por la puerta de atrás y puedan comprobar que muchas de las cosas que se dicen de nosotros son puros mitos”, dice y agrega que esta también es una estrategia para mostrar la calidad de los alimentos que usan y que no son comida chatarra. “No me gusta esa expresión porque el contenido nutricional de lo que vendemos es completo. Ese es otro mito. La clave está en comer de forma balanceada y llevar una vida saludable”, reitera.

Esta compañía de origen estadounidense cada vez está más entrelazada con la economía local, pues la mayoría de sus proveedores son colombianos (19 de 23), lo que no solo les garantiza frescura, sino también la disponibilidad de los productos.

Otra de las apuestas de McDonald’s está en la generación de empleo para los jóvenes. En sus 80 restaurantes en Colombia emplean a 3.500 personas y más de la mitad de ellas son mujeres. La edad promedio de sus trabajadores es de 22 años.

“El empleo joven es un gran valor de la compañía y nuestra colaboración para romper la paradoja de no contratar a los jóvenes por no tener experiencia. Lo único que les pedimos es buena actitud, el resto se los enseñamos”, sostiene orgulloso y reitera que son el primer empleador para más de 2.000 colombianos al año.

Mientras algunos empresarios y centros de pensamiento como Anif insisten en que en Colombia es muy costoso generar empleo formal, por la cantidad de exigencias parafiscales, Staton considera que, si bien el costo de la mano de obra es importante, no es marcadamente mayor frente a otros mercados. “Generar empleo es necesario para poner plata en los bolsillos de los consumidores y no podemos tener un negocio saludable en una economía que no lo es”, subraya. Lo que sí le preocupa del mercado colombiano es la elevada informalidad en el sector de las comidas rápidas, lo cual complica cualquier estrategia de precios.

Percibe que la pasada reforma tributaria afectó bastante el consumo, haciendo que la gente esté un poco más contenida a la hora de gastar, pero dice que McDonald’s ha logrado mantener las ventas y que esperan cerrar 2017 con crecimiento.

Por ser una multinacional y estar inscrita en bolsa, no dan resultados por países, pero según lo reportado por Arcos Dorados, en el primer trimestre de este año lograron incrementar sus ingresos 18,7%, totalizando US$781,5 millones en sus 2.156 restaurantes en América Latina.

Uno de los planes de Staton consiste en desarrollar franquicias para seguir creciendo en Colombia. Estas serían subfranquicias de Arcos Dorados. Actualmente están en 13 ciudades y las franquicias serían para llegar a donde no tienen presencia, como por ejemplo a Villavicencio o Neiva. Buscan personas que conozcan bien esos mercados y que sean apasionados por el tema, tanto como lo es este ejecutivo, quien interrumpió esta entrevista porque sintió un olor que no le pareció normal en el restaurante y que ninguna otra persona percibió. Tras revisar, comprobó que era un problema con el extractor de la cocina y lo atribuyó a su profundo conocimiento de las dinámicas de McDonald’s.

Por tamaño de la población, algunos de los puntos de Bogotá son los más concurridos de la cadena, pero cada vez se les acercan más los de Barranquilla. Como en el resto del mundo, los productos más vendidos son la Big Mac y la cajita feliz. También les ha ido bien con el que bautizaron como ‘almuerzo colombiano’, que ofrece arroz, pollo crocante, fríjoles o lentejas y con el que compiten con el corrientazo.

Staton es un apasionado del motociclismo y del ciclismo y con frecuencia se va a su trabajo en bicicleta, una prueba más de su sencillez.

Fuente: http://www.dinero.com