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La plata para iniciar empresas naranja, ya está disponible

Tienen fuentes de financiamiento tanto en el sector financiero público como en entidades privadas. Contrario a lo que pudiera creerse, la economía naranja ya tiene diversas fuentes de financiamiento tanto en el sector financiero público como en entidades privadas.

Valor agregado

Según señala la firma BDO Colombia, no obstante el avance que ha tenido esta tendencia, aún son muchos los emprendedores que se demoran en el proceso o fracasan en el camino de montar su propia empresa. Paola Vacca, directiva de BDO Colombia, considera una oportunidad la Ley de Financiamiento del 2018, pues señala que los incentivos tributarios para este tipo de empresas se prolongarán por cinco años y cubrirán las industrias de valor agregado tecnológico y actividades creativas.

En primer lugar, según añade la experta, debe tenerse en cuenta que, para lograr correctos procesos de comercialización y exportación, hay que constituir los negocios ante las cámaras de comercio y cumplir con normas administrativas, contables y de manejo de personal. “Bien pueden irse aprendiendo en el camino o también pueden delegarse a terceros con el propósito de focalizarse en los procesos creativos”, agrega.

Añade que esto es clave para no cometer los errores típicos cuando se inicia con un proyecto empresarial. En su opinión, uno de los pasos más complejos es el establecimiento del modelo de negocio porque puede no funcionar cuando se tiene poca información para la toma de decisiones. También es problemático si se cuenta con un alto volumen de información, pues dificulta su análisis.

Entre las ventajas de los consultores externos, según la ejecutiva, están la capacidad de ofrecer servicios de outsourcing en temas administrativos, contables y de nómina, legales, tributarios y de auditoría externa.

A continuación, las alternativas tradicionales que una empresa del sector puede considerar en el caso de no contar con los recursos propios suficientes:

1. Fondos de capital privado: Estas entidades reúnen el aporte de muchos inversionistas y son las que están más enfocadas en las startups del sector creativo. Entre sus ventajas están que estos no solo aportan capital sino también recursos no monetarios, como contactos e infraestructura empresarial. El gremio financiero Asobancaria los define como herramientas que administran recursos de personas interesadas en invertir en compañías con potencial de crecimiento y que no cotizan en las bolsas de valores.

Entre las alternativas de financiamiento a través de este sistema se encuentra Bancóldex Capital, un programa que administra y promueve coinversiones en empresas de economía naranja. Esto quiere decir que al lado de un fondo de capital privado, el banco participa o convierte en empresas de tal actividad.

2. Sector financiero tradicional: Es la primera fuente en la que se piensa y por lo general se adecua bien a las necesidades de pequeñas y medianas empresas, aunque no es la idónea para las firmas creativas en fase temprana porque los productos crediticios no siempre responden a las características propias del negocio.

3. Ángeles inversionistas: Son personas naturales, grupos o empresarios que invierten en negocios, generalmente en emprendimientos de los que esperan obtener un retorno mayor al que se da en los productos tradicionales. En este tipo de proyectos, el riesgo es inferior al que enfrenta una empresa nueva, en especial en los primeros tres años de haber sido creada. A cambio de su inversión, a menudo se ven involucrados en el negocio.

4. ‘Crodwfunding’: Se trata de donaciones de pequeñas cantidades de dinero a cambio de recompensas o ventajas. Este formato permite que la organización tenga el control del proyecto y saber de primera mano los intereses de sus donantes.

5. Aceleradoras e incubadoras de empresa: Son organizaciones que buscan startups con potencial para salir al mercado. Para ello, cuentan con expertos y profesionales que trabajan para desarrollar los proyectos hasta que estén listos para operar.

Las aceleradoras se dedican a agilizar un proyecto que ya está en marcha o en desarrollo. Al final, el objetivo es obtener beneficios reales cuando la empresa esté lista para surgir.

Fuente: https://www.eltiempo.com