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Bogotá, Colombia

30 años, Responsabilidad social empresarial

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Los 30 años de la Anda coinciden con el desarrollo del humanismo empresarial en Colombia. En este tiempo algunas empresas con alta conciencia social han madurado sus políticas corporativas.  Por Gustavo Castro Caycedo, escritor, periodista y consultor de televisión.

Es alentadora y ejemplar la decisión de muchos dirigentes y ejecutivos de dar respuestas de alto contenido social empresarial, contrastando con algunos rentistas de suelos que no le aportan recursos a la sociedad ni a la economía colombiana, y la de quienes ignoran que el humanismo empresarial es una gran fórmula para  enfrentar los problemas económicos y sociales y  para crecer.


Diana Chávez, directora del Centro  Regional para América Latina y el Caribe, que apoya el Pacto Mundial de la ONU sobre responsabilidad social, fundado por Alpina, Aviatur, Bavaria, el Cerrejón, Argos, Corona, Isa, Sociedades Bolívar, Endesa y Telefónica, dice: “En Colombia se está viviendo un momento importante en el tema de la responsabilidad social. Aquí se ve cómo la empresa privada puede contribuir a alcanzar la paz”.


Colombia avanza en responsabilidad social empresarial RSE; en ética empresarial; en comprender la compatibilidad entre la rentabilidad económica y la rentabilidad social; y en el vital mejoramiento de las relaciones de las empresas con sus empleados, proveedores, consumidores y con la comunidad.


Mucho antes de que el BID se preocupara por la responsabilidad empresarial, en la segunda mitad del siglo XX, en Colombia ya se desarrollaba uno de los modelos más destacados de América Latina en esta materia, gestado por pioneras como Carvajal, Cafam, éxito, Corona y otras instituciones. Según Rodrigo Fernández, vicepresidente de gestión humana de éxito, “la Fundación éxito invirtió en 2008 más de $13.000 millones en alimentación y nutrición de 48.000 niños colombianos, pues la primera infancia es la época de la vida en la que se da la formación del cerebro y se sientan las bases para el desarrollo posterior”. Y ha generado 25.000 puestos directos de trabajo, 35.000 a través de terceros y miles más entre sus proveedores.

Cafam, éxito, Carvajal y Pedro Gómez
Arcesio Guerrero Pérez, verdadero creador de las cajas de compensación familiar, como director administrativo de Cafam desarrolló un modelo ideal de promoción de solidaridad social entre patronos y trabajadores. Cafam, a la que han seguido las demás cajas, ha diseñado, elaborado e implementado infinidad de programas sociales que han beneficiado a la comunidad, en especial a la más desprotegida y vulnerable, lo cual ha mejorado el bienestar y la calidad de vida de los afiliados, sus familias y la comunidad.


“Hay que generar empleo, como sea”, afirma el empresario Pedro Gómez Barrero, convencido del buen espíritu del  país  y de su gente. Tras los desastres naturales de 1979 (cuando nacía la Anda), Pedro Gómez lideró un movimiento de empresarios y creó la Fundación Compartir, con un modelo contra la pobreza, para ayudar a poblaciones en emergencia, dando soluciones definitivas a miles de familias. Su sentido social en la lucha contra la pobreza y la miseria ha comprobado que su modelo social es exitoso en esta lucha, permitiendo condiciones de vida digna a más de 250.000 colombianos.


Gómez hace un llamado de honor a los empresarios, para que trabajen en la generación de más puestos de trabajo, y dice: “La desaceleración ha obligado a suspender cargos. Durante el auge de la construcción la mano de obra era escasa, hoy nuestra responsabilidad es generar empleo, como sea. Con índices más altos de desempleo el problema social será peor”. Y anota: “La felicidad’ (un proyecto suyo de  vivienda social) hace ciudad y genera trabajo.
La obra aporta 150.000 empleos directos y muchos más indirectos entre los proveedores”.


La empresa Carvajal, modelo de RSE, se ha centrado en mejorar las condiciones humanas de la población del distrito de Aguablanca, una zona en Cali con grandes necesidades. Sus grandes logros han hecho de esta institución un ejemplo para el mundo. Precisamente hace treinta años llegó a la presidencia don Adolfo Carvajal Quelquejeu, el estratega que transformó la empresa y quien promovió la famosa Fundación Carvajal y otras organizaciones sociales de alto impacto. Durante veinte años revolucionó la compañía, convirtiéndose en uno de los líderes empresariales y sociales más destacados de Colombia.


Carvajal ha destinado 28 millones de dólares —a fin de proporcionar beneficios y oportunidades de crecimiento personal, profesional y familiar— para prestaciones extralegales representadas en ayudas educativas, préstamos, transporte y alimentación de sus empleados. Y la Fundación Propal, también de Carvajal, atiende 300.000 habitantes de los municipios de Cauca y del Valle del Cauca.

Ariel Armel, el Sindicato Antioqueño y Coca-Cola

Otro buen ejemplo es el de Ariel Armel, que preside la Confederación Colombiana de Consumidores, creada y desarrollada por su iniciativa como organización no gubernamental, sin ánimo de lucro, que vela por la calidad de vida, educación, representación y organización de los consumidores y los usuarios de bienes y servicios. La confederación y  El boletín del consumidor (su espacio de TV) han creado conciencia basados en una convicción: “Al consumidor lo favorece un productor eficiente, responsable y que cumpla con la ley; y al productor, consumidores organizados y racionales”. En foros, en seminarios, en su boletín y en estrados judiciales y administrativos, Armel insiste en la creación de empleo digno y en el impulso a las pymes, y defiende los derechos de los consumidores.


En mayo de 1993, el Programa de Desarrollo Empresarial, acordado en “la Cumbre de Paz”, respondió al facilitar una serie de relaciones económicas para estimular la iniciativa empresarial y mantener en el mercado los proyectos económicos de los desmovilizados, con el apoyo vital  de la empresa privada.


El Sindicato Antioqueño fue una de las primeras instituciones empresariales en atreverse a trabajar con reinsertados o ex combatientes, con resultados satisfactorios. Y en abril pasado, el vicepresidente de Asuntos Corporativos de Coca-Cola Femsa, Felipe Márquez,  y Modesto Pacayá, un ex guerrillero de las Farc, de San José del Guaviare, protagonizaron una importante noticia (para algunos, insólita), luego de que el ejecutivo internacional José Antonio Fernández visitó a Colombia, y se comprometió a apoyar  el  proceso  de desmovilización. Pacayá, de 58 años, hoy cliente expendedor de Coca-Cola en San José, aprendió producción, mercadeo, ventas y contabilidad de profesionales de esa empresa, que en su sede le enseñaron a él y a sesenta ex combatientes más. Márquez apoya a la empresa vendiendo sus bebidas y ha recibido ayuda de Coca-Cola.


Otras acciones de rse son dar trabajo a poblaciones excluidas del mercado laboral, como los discapacitados. Carrefour  ha formado y contratado a 150 desplazados; otras empresas emplean de medio tiempo a madres cabeza de familia.

Arturo Calle,  Caracol Radio y Bavaria

El industrial Arturo Calle dice: “No me gusta que se hable de ‘obras de caridad’, porque uno debe compartir con el prójimo necesitado”. El diario LaRepública galardonó a este industrial el pasado 3 de abril como el “Empresario del año
en Colombia”, por su reconocida práctica y prédica de la rse, y por haber  generado más de 4.200 empleos directos y muchos otros.


Para él, “la responsabilidad social no debe ser un simple acto de generosidad, es el cumplimiento de un deber. Estamos obligados a darle la mano al que lo necesita”. Y expresa que “el dinero es hermoso siempre y cuando se use para buenas causas. No se debe hacer bien para ‘pantallear’; la mayor riqueza es el don del desprendimiento”. él ayuda a más de 200 fundaciones con sumas fijas periódicas: “Eso es mejor que darles una sola vez, porque lo que necesitan es continuidad en su flujo de ingresos”, dice.
En Terpel consideran que es vital que los medios de comunicación “reclamen a las empresas mayor responsabilidad social y que fiscalicen estos niveles”. En varios casos los medios de comunicación han tenido un papel decisivo para realizaciones de RSE con importantes campañas sociales. Como ejemplo, Caracol Radio con apoyo de Servientrega y Conexión Colombia consiguió hace poco 600 toneladas de alimentos y artículos de primera necesidad y 206 millones de pesos para damnificados del invierno. La cadena desarrolla planes sociales de relaciones con la comunidad y de bienestar para sus empleados.


Un buen ejemplo de alianza público-privada es el de Tetra Pak, Arturo Calle, Alpina, El Minuto de Dios, Coca-Cola, Aceros Diaco y la organización Corona, que con el vicepresidente Francisco Santos entregaron 24 casas construidas con “residuos posconsumo” de envases de Tetra Pak a igual número de familias desplazadas, o afectadas por el desbordamiento de un río, todas con madres cabeza de hogar, en La Isla, municipio de Puerto Guzmán, Putumayo.

Pablo Gabriel Obregón, presidente de la Fundación Mario  Santo Domingo, dice: “Hay que crear oportunidades para los más pobres o los excluidos por otras razones de raza, género, etc.”. Fernando Jaramillo, vicepresidente de Asuntos Corporativos de Bavaria SabMiller, dice que esta empresa estimula a los mejores emprendedores con su programa de emprendimiento, que ha generado más de 800 empleos directos y ha premiado con $3.400 millones de “capital semilla” a sesenta iniciativas de negocio.

“Para que la RSE sea auténtica y no repercuta a la larga en una mala reputación e imagen para la empresa, el compromiso con la responsabilidad social debe pasar a formar parte de la esencia misma de la organización, atravesar todas las decisiones que se tomen. De lo contrario, no deja de ser una moda pasajera, un maquillaje provisional que dura muy poco y no incrementa el capital social de la empresa ni de sus públicos de interés”.  iarse.org"

Cámara de Comercio de Bogotá, Alpina y otras empresas
Alpina siempre tuvo conciencia social, y en 2008 creó la Fundación Alpina cuyo eje estratégico es la seguridad alimentaria, con prioridad infantil, en alianza estratégica con organizaciones como Fundamor, Funstall y Proyecto Unión, que se ocupan de niños con cáncer y con sida. Alpina aportó casi mil millones de pesos en donaciones, y trabaja en la protección del medio ambiente.

Unas doscientas pymes se han beneficiado con el programa de la Cámara de Comercio de Bogotá, “componente de responsabilidad social empresarial”. Y Diageo acaba de construir 14 casas para familias en emergencia, en los altos de Cazucá, en “llave” con la Fundación Un techo para mi país. Y trabaja con la Fundación Best Buddies, para integrar personas con discapacidad cognitiva. Ximena Renjifo, gerente de Asuntos Corporativos, dice: “No creemos que tengamos que elegir entre el éxito financiero y ser excelentes ciudadanos corporativos, por lo cual estamos convencidos de que agregar valor a la comunidad es un requisito esencial en nuestro progreso continuo”.


Las acciones de rse del sector privado colombiano enriquecen el gran inventario con sentido humano en que figuran empresas como Postobón, Caracol TV, las fundaciones Jhon y Nelly Ramírez Moreno, Telefónica, Davivienda, Semana, rcn Radio y ttv, cm&, Avianca, Bancolombia, Comcel, Carrefour, epm, Norma, Caja Social, Movistar, Corona, Planeta, Suramericana, mcdonald’s, leonisa, Nestlé, Johnson & Johnson, ETB y muchas otrás.


Leí un elemental pero elocuente concepto de Carolina Martínez Bretón, “una ciudadana corriente”, en el “Abc de la rse”, del periódico El Espectador, ella dice: “Entiendo la responsabilidad social empresarial como todas las acciones que emprende una organización por el bienestar de la sociedad; algo así como una retribución de favores. Y los consumidores también lo retribuimos con nuestra fidelidad y confianza; las empresas que actúan con responsabilidad frente a la sociedad, obtienen de ella un fuerte compromiso. Y esta es su más grande fortaleza”.

Carolina  anota: “La otra gran fuerza está en los empleados. En generar lealtad, confianza, y compromiso en los que trabajan para una empresa. Iniciar la responsabilidad por casa es facilitar y mejorar la vida de sus colaboradores para que quieran a la empresa”; y tiene razón, ¡de eso se trata!.